Los espacios elegidos para mostrar el arte no son meros continentes neutros.
Siempre mantienen algún tipo de relación con las obras. Pero ¿qué relación?
Algunos son el contexto que califica, clasifica o define lo expuesto.
Otros añaden nuevas capas de significado a la obra
Llegan a formar parte de ella
O pueden desdibujar, casi por completo, su sentido.
En ocasiones, pasan desapercibidos como tímidos servidores del arte.
Y otras, sin embargo, compiten con él, al desviar nuestra atención hacia la arquitectura,
la luz o la historia del lugar.