otras palabras

LA CENA MISERABLE

Hasta cuando esta cena
(Cesar Vallejo)

Atado a la silla
sin permitir que el sueño te muera por un rato
el cuerpo encogido y ocultas las palabras
gastas el último aliento do tus manos

La cena está servida
debes agradecerlo
los manjares exiguos elegidos por otros
el nauseabundo olor del día de siempre
llenándote la boca
de más hambre
CALCUTA

I
Se abren las puertas y das un paso al frente
como quien se adentra en el mar
Un magma de flores muertas
barro
excrementos y lluvia
asciende desde el suelo
y se instala en tu boca.

II
Desde sus camas de asfalto
con sonrisas blancas y brazos resignados
vuelven sus ojos hacia ti.
Saben que no los ves
saben que una mirada
no es más que un dardo que se pierde en el aire.

III
Hablas
y las palabras tratan de mantenerse al margen
tratan de surgir limpias como el agua de botellas de plástico
Pero es inútil
un sabor ajeno
las impregna y las mancha.

IV
Oleadas de voces
se cruzan en todas direcciones hasta cubrir el cielo
de indescifrables signos. 
Incapaz de encontrar el horizonte
nadas contracorriente
tu paso se vuelve huida.

V
A salvo ya en la orilla
con la temperatura justa y los muebles brillantes
en el gran hall que finge ser Europa
recuerdas las anécdotas del guía
recuerdas el collar que quisieron venderte
y quizá el rostro de “aquel pobre niño”
al que habrás olvidado antes
del próximo viaje.
ARISTÓTELES

Cuando los hombres apenas empezaban a ser hombres
y sus voces aún no alzaban el vuelo
cuando las espadas cortaban las batallas
y la Historia cabía en un relato
cuando un pequeño mar contenía el universo
y el pensamiento balbuceaba tímido como un adolescente

Él supo ver el barro del ánfora y la forma del pájaro
el escondido orden de las manos expertas
y el horizonte al que todo se dirige.

Como si siguiera al joven Alejandro
su mirada viajaba a todas partes y en todas se hospedaba:
en la hoja recién nacida
en el trote del caballo
en el llanto de la madre ante el dolor del hijo
y en los colores de un atardecer de Atenas.

Entendió que somos seres frágiles
que en el exceso está el pecado
que como en las mejores fotos
la vida debe tener cientos de grises
que hay que salir a la intemperie del mundo y de los otros
para encontrar cobijo.

Sus palabras
bellas cajas de cristal que cuidan y separan
pero no ocultan
hablaron el mundo con ideas limpias
como esas canciones en las que letra y música hacen el amor
para decirnos que el amor es posible.

Fue un hombre del futuro, de un futuro improbable.

Hoy
tras escuchar el griterío de las máquinas
el ruido de los números inútiles
y los pasos sin rumbo de las gentes
guardaría silencio.
DE LA METAMORFOSIS A LA DISGREGACIÓN
(cuadro de Fracis Bacon)

Cortina de barro
ácido amarillo y ocre
sobre la espalda de tiza
de un hombre
roto
 
Sostenido por vértebras de animal y deseos de hombre
cuerpo dispuesto y cabeza baja
da un paso adelante
y cruza
el umbral

Al otro lado
carne compartida y huesos líquidos
interminables bocas
susurros que
como burbujas de sangre
se pegan a la piel
y estallan

O quizá
al otro lado
tan solo el silencio
de un rostro
    en el espejo

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